El arte de escribir II. - Peritaciones Elena Rebollo
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El arte de escribir II.

Dime cómo escribes y te diré cómo eres.

Cuando en el post anterior hablaba de la Grafología daba algunas pinceladas del tema que vamos a tratar hoy. Esta ciencia estudia los rasgos escriturales del sujeto aportando una serie de características psicológicas y emocionales, que para los profesionales que lo necesiten, será una herramienta más para completar su trabajo. Para trabajar mejor con los pacientes en consulta si hablamos de psicólogos, para seleccionar al mejor candidato en la vacante ofertada en los procesos de selección, para ayudar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad a dar unas pinceladas de cómo es el presunto autor del delito o bien para determinar cuando un testamento ológrafo ha sido falsificado y quién lo ha hecho. 

Para el estudio grafonómico es muy importante en primera instancia, seguir de manera minuciosa cada uno de los parámetros hasta que consigamos hacerlo de manera automática. Previamente como indicaba Vels, se lleva a cabo un análisis de los aspectos y subaspectos[1]gráficos, estudiar las características importantes, más significativas y las que lo son menos, además de los gestos- tipo en cada uno de los aspectos o géneros gráficos. 

En el momento que comenzamos el análisis grafológico debemos tener en cuenta que cada trazo, es dinámico, está en proceso, imaginar su recorrido, ejecución y conexión con el resto de trazos. Donde está el inicio, el final, cómo está orientado, estudiar el grafismo además de manera individual, hacerlo en conjuntos, grupos de letras y palabras, líneas y páginas completas, con el fin de determinar que ritmo escritural lleva, la velocidad, la presión, la pulsación del escribiente, así como los pequeños lapsus o temblores que determinarán pequeños signos personales[2].

A continuación veremos de manera específica estos ocho géneros gráficos[3]de los que he hablado: 

  1. Orden espacial: se refiere al conjunto de la página, al escrito en su totalidad, la posición general, estudia de manera global la muestra escrita, los espacios entre lo escrito y lo no escrito. En el género orden, vemos reflejada la necesidad de orden de la persona, este aspecto, distribución y orden es algo que la persona ha debido de aprender. Especies: ordenadas, desordenadas, ilegible, palabras saltadas, inacabadas, espacio interlíneas, interpalabras, con márgenes irregulares o inexistentes, desproporcionada.
  2. Dimensión: por el sistema grafométrico podemos calcular la dimensión de las letras. El módulo de tamaño normal del cuerpo medio es de dos milímetros y medio, la anchura, será el 80% de la altura, las hampas (zona alta de las letras como l, t, b) entre 7 y 9 mm, y las jambas (zona inferior de las letras como j, g, p, f) entre 9 y 11 mm. Este género está relacionado con la confianza en uno mismo y la autoafirmación, autoestima, necesidades de dominio así como la actitud vital (extrovertido-introvertido). Especies: creciente, pequeña, decreciente, sobreelevada, estrechada o ancha.
  3. Orientación: tiene una relación directa con la progresión o regresión de los movimientos. Teniendo en cuenta el resto de géneros gráficos, se determinará la orientación de los movimientos gráficos. Se relaciona directamente con la dirección de las líneas que se desarrollan de izquierda a derecha, marcando la línea base de la escritura. Nos dará aspectos relacionados con la voluntad hacia un objetivo, y sobre el estando anímico del sujeto escribiente. Especies: horizontal, vertical, ascendente, descendente, convexa, cóncava, desigual.
  4. Inclinación: la inclinación de las letras representa una facilidad para aproximarse a la siguiente y se calcula respecto a la vertical o comparándolo con el ángulo que forma con la línea base horizontal, utilizaremos un semicírculo para medirlo. Este género os habla principalmente de la actitud que tiene el individuo frente a los demás. Especies: vertical, invertida, inclinada, oscilante. 
  5. Presión: estudiando la tensión, el calibre y la profundidad de los grafismos. Nos muestra características somáticas directamente relacionadas con el sistema nervioso y circulatorio del escritor. Nos expresa la vitalidad del que escribe, la necesidad de mostrar su fuerza de carácter. Especies: empastada, nutrida, pastosa, tenue, firme, acerada.
  6. Cohesión: es importante observar si las letras están o no unidas en las palabras. Nos expresa la necesidad de contacto o de rechazo que tiene el escritor. Especies: ligada, desligada, agrupada, desigualmente ligada. 
  7. Velocidad: es uno de los aspectos más complicado de concretar. La postura escritural infantil, derivará hacia la posición del escribiente adulto, en busca de la máxima optimización, mayor velocidad con el mínimo desplazamiento locomotor[4]. La velocidad está relacionada con soltura interior y la rapidez de las ideas que ponen en marcha la acción. Especies: lenta, rápida, pausada, precipitada.
  8. Forma: en lo referente a la forma podemos decir que es la parte donde en mayor medida se puede apreciar la parte artística de la letra. Con la forma veremos el grado de madurez alcanzado por el escribiente. La curva indica lo femenino y el ángulo lo masculino, hay que intentar que haya un equilibrio entre ambos. Especies: vulgar, cuadrada, redondeada, simplificada, adornada, tipográfica, angulosa. 

Hasta aquí los ocho géneros gráficos a través de los cuales podemos llegar a formar una idea y un perfil en relación a las características psicológicas que podemos extraer del estudio de la letra del sujeto con su muestra escrita. Pudiendo completar este análisis con el análisis de los gestos tipo, firma y rúbrica, de los que hablaré en próximos posts.

Nos vemos pronto amigos y criminales. 


[1]VELS, Augusto, Grafología estructural y dinámica, Barcelona,1994.

  VELS, Augusto, Grafología de la A a la Z, Barcelona, 2000.

[2]VIÑALS, Francisco y PUENTE, Mª Luz, Psicodiagnóstico por al escritura, Barcelona, 1999. 

[3]VIÑALS, Francisco y PUENTE, Mª Luz, Pericia calígrafica judicial, Barcelona, 2006.

[4]SERRATRICE, Georges y HABIB, Michael, Escritura y cerebro, Mecanismo neurofisiológicos, Barcelona, 1997.

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